20/1/09

Salir a comer ... O DE ... por qué comer en la calle es más "sabroso"

enero 20, 2009
número 22

Que lindo es salir a comer. Ya sea salir de la oficina para tomar aire y despejarte o los fines de semana para romper la rutina de la casa. Aunque, para los que estamos fuera de casa todos los días, quedarse a comer el fin de semana es bueno también. Pero bueno, en lo que estabamos. Salir a comer implica cambiar de aires, probar distintas comidas. Pero honestamente, yo no hablaba de salir a comer en el sentido de visitar el restaurante "fancy", bueno ni siquiera hablaba de la fonda de la esquina. Con esto de salir a comer me refiero básicamente a comer en la calle, y cuando digo comer en la calle es en el sentido literal... en la calle.

Photobucket
ese sidral es mío, por cierto.

trompa, sesos, buche, los de nana y chicharrón,
siguió el cuero a la taquiza y hasta el higado surgió
y llegó la longaniza, la cecina, el riñón,
y al entrarle a la maciza... me saliste con que no.
la taquiza
chava flores

¿Quién no ha disfrutado de unos buenos tacos o unas quekas en cualquier puesto de esquina? (el jara hace una pausa y después de pensar algo...) Bueno, la verdad es que sí conozco varias personas que jamás se han parado en un puesto de lata a comer algo y ni se pararán... FRESAS. Pero bueno, hay quienes sí hemos comido en uno de esos bunkers de lamina donde podemos encontrar casi cualquier tipo de alimento y bebida.

Son miles de puestos de lata los que abundan por toda la ciudad. Siempre en espera de los ejecutivos que salen de su oficina por un poquito de aire, de los estudiantes que hacen una pequeña pausa en su trayecto ya sea a casa o a la escuela, de los mensajeros que aprovechan un tiempito para echarse un taquito entre cada entrega. En estos locales se reunen todos los niveles sociales, edades, profesiones y sexos.  

El albañil se codea con el trajeado mientras comparten un taco de arroz con huevo cocido y un refresco de grosella. La secretaria le sonríe al joven de secundaria mientras éste le pasa el salero y unas servilletas. La cajera del banco que salió a comer, con el mensajero, un buen coctel de camarones. Y así, miles y miles de comensales recorren calles hasta encontrar con el puesto de comidas adecuado y por qué no, para probar uno nuevo de vez en cuando.

Quesadillas al comal, quesadillas fritas, tacos de suadero, bistek, pastor, trompa, oreja, ojo, cachete, cocteles de camarón y otros mariscos, panbazos, huaraches, ensaladas, hot-dogs, jugos, licuados, hamburguesas, frutas con granola o yoghurt, ensaladas, tamales, tacos de canasta, mixiotes y así la lista es interminable... bueno en una ocasión hasta un puesto de SUSHI me tocó ver.

Los encuentras reunidos alrededor de una estación de metro. Algunos otros colocados cerca de los corporativos. Otros más rodeando los edificios en construcción para atraer a los obreros y maestros de obras y porque no al arquitecto que estaba de visita. Algunos son puestos de lata muy en forma donde 2 o 3 chefs preparan sus viandas mientras que en la esquina contraria sólo encontramos un anafre con su comal donde una señora prepara las gorditas de chicharrón mientrs su comadre despacha los tamales que viven un recipiente metálico junto al perol del atole

Photobucket
'tons que güerita, cuántas le preparo...

No importa el menú, ni el costo, ni la ubicación, ni que tanta gente haya... comer en la calle es un placer que lo tiene todo, además de ser una gran fuente de conocimiento. Es cuando aprendes...

- que "con verdura" o "con jardín" significa "cilantro y cebolla". 
- que pedir un taco con copia significa que son dos tortillas. 
- como agarrar un refresco, un plato, una servilleta, un salero y el taco tan sólo con dos manos sin sufrir ningún percance... si esto lo intentas hacer en tu casa siempre algo caerá al suelo. 
- que respirar el smog de un microbus que pasó mientras muerdes tu quesadilla no es malo para la salud. 
- aprendes a abrirte paso entre la gente para que al fin alguien te haga caso. 
- que si la persona que prepara la comida agarra los billetes con la mano realmente estás adquiriendo más anticuerpos. 
- que entre más grasa y más cochambre más rico sabe todo.
- que un tamal dentro de un bolillo no es una aberración, sino una de las mejores creaciones del mundo culinario.
- que, contrario a lo que te enseñaron en biología, las palomas SI comen carne.
- que aunque veas distraído al que despacha, siempre sabrá la cantidad exacta de tacos que te atascaste, así que no puedes pasarte de listo.
-que si te enfermaste por comer en la calle, seguro es porque o tienes estómago de princesa o porque realmente no eres mexicano.
- que si sobreviviste a comer pescado y/o mariscos en algún puesto callejero, podrás sobrevivir a lo que sea...incluso sobrevivir al Juicio Final.
- y aprenderás a distinguir a los perros que rodean el establecimiento y a darte cuenta cuando uno de ellos ya no está... y es entonces cuando debes buscar otro proveedor de alimento.

Yo he tenido la fortuna de poder disfrutar la comida en los puestos callejeros, excepto los tacos de cabeza, ojo y anexas porque no me gustan y los pescados/mariscos porque ahí si me da miedo. Y sin duda alguna creo que los mejores puestos siempre serán los que ofrecen tacos. De hecho, los mejores tacos al pastor que he comido en mi vida fue en un puesto afuera del metro General Anaya. Es un pequeño puesto, ahora es un local, ubicado justo junto a la salida del metro. Siempre que pasaba por ahí, en 1995, de regreso de trabajo, un olor a taco al pastor inundaba mi nariz, pero honestamente me rehusaba a probarlos. Un día, cuando regresaba de la oficina, literalmente ladrando de hambre, decidí armarme de valor y probarlos. Y como les dije son los mejores tacos que he probado en mi vida. Después de ese día, nunca dejé de comer ahí al menos un día a la semana mientras esa fue mi ruta de regreso a casa.

¿Por qué me daba miedo probarlos? Sencillo. En la pared había un cartel que decía:
TACOS AL PASTOR 5 por 1 peso (eso fue en 1995). 

La última vez que pasé por ahí, hace como 2 años, tristemente la inflación les había pegado y el letrero ahora decía... TACOS AL PASTOR 5 por 10 pesos.

Comí ahí por cerca de 4 años al menos una vez por semana y mínimo los 5 tacos a los que tenía derecho con mi moneda de a peso. Si los tacos eran de pastor alemán... al menos eran de pastor alemán fino. Nunca me enfermé. ¿Será que aguantaré hasta el juicio final?...

tacos de moronga, de suadero y nenepil,
longaniza en papas, de maciza, ven a mí
voy por la banqueta,
tripas, cuajo y corazón
con una memela me conformo
la pasión, pasión
de tripas, cuajo y corazón
botellita de jerez

Photobucket
póngale verdurita y sin copia jefe, gracias...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues justo hoy me toco regresar a los tacos de maciza. Ya tenia rato que los habia evitado, pero como los disfrute...y luego los cueritos, y el chamorro, la salsa.

No cabe duda, comer en la calle siempre será una sabrosa experiencia.
Saludos

Diaz Infante

gloria dijo...

tragón!!...
nada como los tacos de catitam, ah cómo los extraño!!
besos.

Korkuss dijo...

Uy, junto a mi casa (que es la tuya, por cierto) se pone un puesto de barbacoa los fines de semana... maravilloso.

Saludos y buen provecho.